A principios del año 1986, en dos puntos distintos de nuestra ciudad y sin ningún vínculo entre ellos, ocurrieron dos hechos importantes de cara a esta historia. Por un lado, en la Parroquia de la Trinidad, un grupo de jóvenes hermanos de la entonces incipiente Hermandad de la Estrella, deciden unir sus voces para cantar la “Misa Rociera” en la boda del familiar de uno de ellos, bajo la dirección de Ana Román. Casi al mismo tiempo, en el barrio de la Huerta de la Reina, y en el seno de su parroquia, también surge la idea de montar la “Misa Rociera” para cantarla en la tradicional Eucaristía en honor a San Fernando que nuestro añorado Don José Luis Sánchez Garrido, comenzó a celebrar años antes con la participación musical en dicha solemne Eucaristía del “Coro Amigos del Rocío” de Córdoba. Ante la imposibilidad de este grupo en dicho año para acudir a la cita, el propio Don José Luís, aprueba la idea que le propone Eduardo Acevedo de hacerse cargo de buscar voces e instrumentos entre los parroquianos, con la idea de hacer un coro rociero para suplir la ausencia de tan afamado grupo en la celebración del día de la onomástica del titular de nuestra parroquia.
Ambas formaciones, consiguen sus objetivos y siguen creciendo, hasta que un día, el destino y Nuestra Estrella, hicieron que unieran sus caminos. En el año 1987, se decide por nuestra Hermandad y se aprueba por parte de la autoridad eclesiástica el traslado de la misma desde la céntrica Parroquia de la Trinidad hasta la Parroquia de San Fernando, en plena Huerta de la Reina. Dicho traslado se fija para el mes de diciembre. Los jóvenes que formaban la Hermandad, ya llevaban tiempo yendo por nuestra Parroquia y se iban integrando en las actividades de la misma. Los dos coros rocieros que dijimos anteriormente, el de la Hermandad y el Parroquial, confluyen en tiempo y espacio, y tras diversas conversaciones, deciden que lo lógico es sumar esfuerzos y unir los componentes de ambos coros en uno solo. De la misma forma, deciden dicho coro, tome el nombre de la Titular mariana de nuestra Hermandad, el Coro Rociero de Nuestra Señora de la Estrella.
De la dirección del “nuevo” coro, aunque brevemente, se hace cargo en un principio nuestra hermana Ana Román. Cantan su primera Eucaristía juntos el 20 de diciembre de 1987, día de la llegada de Nuestra Madre a la Parroquia de San Fernando, montando para tan señalado momento, una misa mezcla de rociera y cofrade, con sevillanas y plegarias de otros coros, adaptadas en letra a nuestra Hermandad.
Tras cantar su primera Misa del Gallo ese mismo año y pasar las navidades, se hace cargo de la dirección del coro Eduardo Acevedo. Con el coro bajo su mando, se consiguen grandes logros y alcanzar niveles de calidad e interpretación altísimos. Y los que es más importante, fue la persona que dotó al coro de la Hermandad de un sello propio en su forma de cantar, así como de un estilo único que lo hacía reconocible en cualquier sitio y que aun en nuestros días, lo hace distinto a los demás. El Coro siguió creciendo, tanto en componentes con en calidad de voces, al mismo tiempo que la media de edad de los mismos se iba rejuveneciendo por la llegada de jóvenes del barrio. Comenzaron las actuaciones en escenarios en locales típicos de ambiente rociero como la Trocha. También comienza a ser anunciado y comienza a participar en nuestras fiestas, en sitios que se harían tradicionales como la Verbena de San Fernando que organizaba nuestra Parroquia y en la Cruz de Mayo de la Asociación de Vecinos de la Huerta de la Reina. Durante estos años, se incrementa otra actividad de nuestro Coro Rociero. Tras montar los misterios de Santísimo Rosario para cantárselo a nuestra Titular en su Rosario de la Aurora, son otras muchas las hermandades cordobesas que lo reclaman para acompañar a sus Titulares, como por ejemplo: Merced, Prendimiento, Rosario, Encarnación, Trinidad, Rayo y Dulce Nombre entre otras.
El Coro siguió dando pasitos, y cumpliendo ilusiones como su primera actuación fuera de España, en Villa-Moura (Portugal), representando a nuestra tierra en una muestra internacional. Hasta que en febrero año 1992, se consigue otro de los hitos de su historia: la grabación y edición de su primer, y hasta el momento, único trabajo discográfico. Este vio la luz bajo el nombre de “Penitente y Rociero”, en un intento de describir y gritar a los cuatro vientos la dualidad de nuestras devociones: rociera por la Virgen del Rocío, y cofrade, hacia Nuestra Señora de la Estrella. Este trabajo discográfico constó de 10 temas, entre sevillanas, rumbas y colombianas. Todos ellos propios en cuanto a música y letra, siendo en su mayoría de la autoría de componentes del coro y hermanos de la Hermandad, como Julio Cachinero, Rafael López, Eduardo Acevedo y Juan Moreno. Dicha grabación, fue presentada en sociedad durante una cena organizada por el coro en los salones de Sercolu, en el Barrio del Naranjo, contando para la presentación del acto con el locutor de radio cordobés, Manolo Serrano y con la presencia estelar del cantaor sevillano, Manuel Orta, ejerciendo este último de “padrino” del Coro.
Ya con el tan ansiado disco en el mercado, el Coro Rociero de la Hermandad de la Estrella siguió su línea ascendente. La calidad del mismo, hizo que llegaran a el más y mejores voces, llegando en el año 1994 a contar con 37 componentes y llegando a llevar a cabo más de medio centenar de actuaciones en el año. Ese mismo año, se estrena también una Misa Rociera litúrgica y propia del coro en todos sus cantos obra de Eduardo Acevedo y Juan Moreno.
En el año 1995, tras dejar la dirección del Coro Eduardo, son nombrados para su dirección los componentes y guitarristas del mismo Juan Moreno y José María Ledo, que continúan el camino emprendido años atrás y siguen aumentando el repertorio del mismo. Es en 1996 y dentro de los actos de celebración del décimo Aniversario de la bendición de Nuestra Señora, cuando se estrena un tema que ha pasado a la historia de nuestra Hermandad: La Salve de la Estrella. Es obra de nuestros hermanos Ángel Luis Otero, en cuanto a letra y Juan Moreno en su parte musical. Está claro que, a ambos, les iluminó Nuestra Señora de la Estrella para escribir esta plegaria y rezo con que todos los hermanos, desde aquel momento, nos dirigimos a Ella para pedirle sus favores y agradecerle todo lo que nos ha dado y nos sigue dando.
Desde el primer momento de existencia del Coro Rociero, de su mano y bajo su amparo, a coexistido el Coro Clásico o Coro de cultos de la Hermandad. Coro formado mayoritariamente por hermanos de la Hermandad, compartiendo en muchos casos componentes del coro rociero, y que han puesto sus voces y sus sones en todos los actos culturales de la misma: Misas de Hermandad, Triduos, Quinarios, Fiestas de Regla. Un trabajo en muchos casos poco reconocido, pero muy gratificante para todos los miembros del mismo; pues poder cantar a tus titulares en momentos tan importantes de la vida de la Hermandad, te hace vivir una cercanía e intimidad con Ellos poco comparable a otras cosas. A finales de los años 90, el coro rociero comenzó disminuir en número de componentes. Ello fue debido en gran medida, al aumento de edad y de las responsabilidades personales, naturales a lo largo de la vida de una persona, que se comenzaron a producir (trabajos, estudios, matrimonios, hijos, traslados por motivos laborales, etc.).
Todos estos factores, junto al cansancio de los años y la falta de renovación de componentes, provoco que se entrara en una época de desánimo muy complicada. Tras dejar la dirección del coro Juan Moreno y José María Ledo, y tomar la misma Rosa Ceular, en un intento de volver a traer nuevos componentes al coro y volver a ilusionar a los mismos, finalmente en el año 2002, el coro rociero reduce su actividad a los actos de la Hermandad: Rosario de la Aurora y su misa posterior.
Esta reducción de actividad, es en referencia al coro rociero de la Hermandad de la Estrella, porque el referido anteriormente coro clásico o de cultos, nunca cesó su actividad ni lo ha hecho hasta nuestros días. Tomo de nuevo la dirección de mismo Juan Moreno, y ha seguido con la misma hasta mediados del 2018. Han sido dieciséis años en los que, al coro de cultos de la Hermandad, ha seguido poniendo sus voces al servicio de la misma y de la Parroquia siempre que ha precisado, así como puntualmente, ha acudido a la llamada de alguna Hermandad como la del Carmen de Puerta Nueva o la del Prendimiento. El coro clásico, siguió convirtiéndose en “rociero” cada mes de septiembre para entonar los misterios del Santo Rosario a nuestra Madre, la Estrella. Además, ha aumentado su repertorio y el de la propia Hermandad con composiciones propias para fechas señaladas, en los aniversarios de bendición de nuestros Titulares.
A mediados de este 2018, se ha producido un nuevo relevo en la dirección del coro, haciéndose cargo de la misma los hermanos María Jesús Amaro y Manuel Martínez. Estos, junto a sus componentes, han decidido dar un paso al frente para insuflarle un balón de aire al coro clásico, con la idea de reactivar de nuevo el coro rociero de la Estrella, y que volvamos a encontrarlo de nuevo por los escenarios de todas las ferias y fiestas de nuestra provincia, así como cantar bodas y todo tipo de celebraciones. Con esta finalidad, han acrecentado el número de ensayos y de componentes del mismo para que a base de ilusión y trabajo, lleguen a buen puerto sus anhelos.
Otra de las cosas en la que siembre se ha implicado el coro a lo largo de su historia, en la medida de sus posibilidades en cada momento, es en su aportación económica a la Hermandad. A lo largo de sus más de treinta años de historia, el coro ha destinado el 100% de sus beneficios la misma, llevando a cabo entre otros proyectos: ayudar en la compra de los primeros instrumentos de nuestra banda en sus inicios, donar el primer puñal que tuvo la Virgen, sufragar la ejecución de la última fase de nuestro Simpecado. Así que ya sabes: si quieres colaborar con tu Hermandad, quieres rezarle cantando a tus Titulares para vivir momentos indescriptibles junto a Ellos y quieres conocer gente con tus mismas inquietudes y devociones, ya sabes …
¡TU CORO TE ESTA ESPERANDO!